miércoles, 17 de julio de 2024

el boicot turístico de los judíos de Estados Unidos a Mexico

El 10 de noviembre de 1975, en la Asamblea General de la ONU se aprobó la Resolución 3379, que definió al sionismo como una forma de racismo. México votó a favor y a raíz del voto mexicano, los judíos de Estados Unidos declararon un boicot turístico a México.

Antecedentes
La Asamblea general de la ONU de 1975 (que criticó la "impía alianza" del sionismo con el apartheid ), determino que el sionismo es una forma de racismo y discriminación racial.
La condena al sionismo en la ONU fue votada primero en la Tercera Comisión el 17 de octubre, donde fue adoptada por 70 votos a favor, 29 en contra, 27 abstenciones y 16 delegaciones ausentes.
México votó a favor
La respuesta pública al voto
La reacción judía al voto fue "electrizante". La delegación de Israel en la ONU se vio inundada de telegramas y llamadas, y la embajada de Israel desbordaba de cartas. Los judíos en todos lados ostentaban botones que declaraban "Soy sionista".

A los dos días de la votación, Moynihan, el jefe de la delegación de Estados Unidos ante la ONU, apareció en televisión anunciando que los países que habían votado a favor de la resolución sobre el sionismo "sufrirían por ello".
Tan sólo en las primeras semanas, la delegación de Estados Unidos en la ONU recibió más de 26 000 cartas al respecto.23 Los 50 periódicos más importantes de Estados Unidos, sin excepción, condenaron la Resolución 3379, y más de dos terceras partes lo llamaron un acto de antisemitismo.
Las reacciones no se dieron únicamente en Estados Unidos. líderes intelectuales como Jean-Paul Sartre, Pierre Mendes-France, Simone de Beauvoir, François Mitterrand y René Cassin, el jurista francés que ayudó a redactar la declaración Universal de los derechos Humanos, calificaron la votación como "una falsificación de la verdad histórica". El ministro de Asuntos Exteriores holandés, Max van der Stoel, dijo que el gobierno holandés no cooperaría con el programa de lucha contra el racismo, en señal de protesta. Así mismo hubo reacciones de intelectuales y políticos en Londres, Berlín, ginebra, entre otros.
Todavía recuperándose de la guerra de Yom Kipur de 1973, los israelíes resintieron profundamente la condena. El embajador de Estados Unidos en Israel reportó: "Israel, a menudo dividido y fraccionado, hoy está unido sólidamente"
México, tras su voto a favor de la Resolución 3379 del 10 de noviembre, no hizo ninguna aclaración o comentario oficial. Sin embargo, como escribió Rabasa años después, "el voto mexicano en Naciones Unidas sobre el sionismo tuvo importantes resonancias dentro y fuera del país".28
Poco después del voto, Echeverría dio una conferencia de prensa acerca de la política internacional de México. En ella, proclamó que "el récord" de México estaba claro: "México no es antisemita, de hecho, los judíos siempre han vivido aquí en paz". Pero después agregó: "lo que Israel tiene que dejar claro es que sionismo no es expansionismo dirigido contra sus vecinos. Cuando se haga esto, el gobierno modificará su actitud en el tema".29 Estas declaraciones no aminoraron el efecto negativo del voto de México.

En el mismo tenor, un ciudadano de Estados Unidos escribió al presidente de México señalando que Japón se abstuvo, a pesar de depender del petróleo árabe en 90%. Afirmó que había contado por lo menos con una abstención por parte de México.32Claramente éste era un sentir compartido, pues al día siguiente de la votación, durante la manifestación que tuvo lugar en Nueva York, había pancartas que decían: "Brasil, apestas, ¡y tú también México!".
En México, la reacción fue inmediata. Tomó dos días para que el Comité Central israelita de México colocara un anuncio en el que se defendía al sionismo. Lo publicó en ocho diarios editados en la Ciudad de México (pero no en El Nacional, propiedad del gobierno).34 Sergio Nudelstejer, presidente interino del Comité Central y representante en México del American Jewish Committee, escribió: "Este documento es la primera respuesta oficial de la comunidad judía mexicana al gobierno de este país".35
Unos días antes del voto de la Resolución 3379, Nudelstejer escribió que muchas instituciones judías mexicanas habían recibido largos telegramas del World Jewish Congress, de la Jewish Agency, de la World Zionist organization y de muchas otras entidades, instándolos a hacer declaraciones y manifestaciones en contra del voto mexicano
La reacción más nefasta al voto que México emitió a favor de la Resolución 3379 en la ONU fue el boicot turístico implementado por los judíos estadounidenses.
En 1975, el año que nos ocupa, Israel sufría las consecuencias del boicot árabe, que lo aislaba de la comunidad económica internacional. Una revisión somera de los archivos de las organizaciones judías estadounidenses en 1975 revela la enorme preocupación que había a causa del boicot árabe y la gran cantidad de recursos humanos desplegada para tratar de combatirlo.37 También muestra que, de cierta forma, la posibilidad de un boicot como medio efectivo de lucha "estaba en el aire".
En cuanto al turismo hacia México, aun antes del boicot judío, estaba en riesgo debido a las acciones del presidente Echeverría. En un acta del Comité Central israelita de México, ya desde el 18 de septiembre de 1975, los líderes judíos mexicanos expresaron su temor de que el comportamiento del gobierno de México [en este caso en referencia a la apertura de una oficina de la organización para la liberación de Palestina (OLP) en el país] pudiera afectar al turismo proveniente de Estados Unidos.38
Tras la reacción pública a la Resolución 3379, Henry Kissinger declaró: "Vamos a tener que considerar los votos de forma individual antes de decidir qué acciones específicas tomaremos hacia varios países",40 implicando que podría haber represalias. Éstas se materializaron, dichas declaraciónes pudieron haber sentado un ambiente favorable para que los judíos de Estados Unidos las implementaran, sabiendo de antemano que sus acciones estaban acordes con los propósitos de su gobierno. Cabe destacar que los judíos estadounidenses percibieron la Resolución 3379 no solo como antiisraelí y antisemita sino también como antiestadounidense.41
Desde que se dio el voto de México a favor de la condena al sionismo en la Tercera Comisión, el 17 de octubre de 1975, llegaron cartas a la Presidencia mexicana en que protestaban por el comportamiento de México y avisaban de un boicot aún incipiente
Diversas movilizaciones judias estadounidenses ante el voto de la Asamblea general, que culminó con un multitudinario mitin en Nueva York y otras ciudades no satisficieron la indignación sino que, al contrario, la enardecieron y fueron seguidas por numerosas cartas de protesta enviadas de manera personal a las representaciones de México en Estados Unidos y al presidente Echeverría directamente.43
Las misivas protestaban por el voto de México y expresaban su disgusto señalando que cancelarían sus planes para viajar a este país.
La cantidad de cartas que se distribuyeron llamando a boicot contra mexico fueron miles. La mayoría manuscritas, enviadas por hombres y mujeres adultos, pero incluso de niños menores de 12 años. Textos enojados, tristes, agresivos e incluso suplicantes, tan diversos como las personas que las escribieron. Muchos de los grandes centros de población, con comunidades judías fuertes, como Nueva York y los Ángeles, aunque también los hay de Detroit, dallas, Chicago, Indianápolis, Belmont, Newport y muchas ciudades más.
Si bien la situación empezaba a alarmar a la Secretaría de Relaciones Exteriores, ésta se habría de agudizar con la proclamación pública del boicot, que tuvo lugar el 23 de noviembre de 1975, cuando un grupo de estadounidenses judios pagó un anuncio en la edición dominical de The New York Times, exhortando a toda la "gente buena" en Estados Unidos a boicotear a México turística y económicamente.
A escasas dos semanas del lanzamiento público del boicot, los efectos ya se sentían. Geoffrey Weill, director de Thomas Cook en Baltimore, afirmó que tenía cincuenta oficinas distribuidas en Estados Unidos y todas habían experimentado una fuerte baja en reservaciones para países que votaron a favor de la Resolución 3379.46 Más de 100 agentes de viajes del oeste del país anunciaron una campaña para persuadir a sus clientes de que viajaran a países que sí se opusieron a la resolución de la ONU, como Bahamas y Haití.47
La ola de cancelaciones provenía únicamente de judíos: "El mercado judío acaba de alejarse de México. Y es sólo la gente judía. La New Jersey Bar Association canceló su junta anual en México y otros grupos judíos anunciaron que estaban considerando la cancelación de viajes "a países donde los judíos no se sentirían cómodos".48
El movimiento popular del boicot logró enorme resonancia con mucha rapidez y las principales organizaciones judías estadounidenses comenzaron a ser presionadas por su membresía para que adoptaran formalmente la consigna.
Antes de la guerra de 1967, el activismo pro Israel dependía de la manera en que judíos prominentes y líderes no judíos usaban su influencia personal en los círculos gubernamentales de Washington. Sin embargo, después de 1967 los judíos de Estados Unidos trataron de ejercer influencia por medio de las organizaciones nacionales, que ya contaban con una base significativa de miembros.49 De manera que, como reflejo de su afiliación y por convencimiento propio, no tardaron en enarbolar también ellas la bandera del boicot a México.
En efecto, más tarde Richard Maass, presidente del American Jewish Committee (AJC), escribiría al respecto: "El AJC participó y sugirió un boicot. [...] American Jewish Congress y varias otras agencias cancelaron sus viajes a México sólo después de que se volvió imposible llevarlos a cabo, debido a la gran cantidad de cancelaciones".
También Seymour Graubard, presidente nacional de la Anti Defamation league del B'nai B'rith, dijo acerca del origen del boicot: "individuos estadounidenses indignados, corporaciones y, a solicitud de sus miembros, organizaciones judías con programas de viajes, comenzaron a cancelar los viajes que tenían programados".51 Parece ser que el proceso fue el siguiente: los individuos presionaron a sus organizaciones locales, y éstas a su vez a las organizaciones nacionales.52
Para los primeros días de diciembre, después de una reunión del Comité Ejecutivo a la que atendieron treinta personas que votaron de manera unánime, el American Jewish Congress ya había cancelado sus veintidós viajes a México planeados para el invierno de 1975, cada uno con una extensión de dos semanas, lo que implicaba una pérdida de más de 3 700 turistas. También B'nai B'rith y el National Council of Jewish Woman cancelaron sus viajes a México.
Estas cancelaciones fueron motivadas inicialmente por miembros de organizaciones específicas; se trataba de la postura oficial de la comunidad judía de Estados Unidos, pero la presión popular por hacerlo no disminuía, y le correspondió al Presidents' Conference of Major American Jewish organizations asumir el liderazgo.
Este organismo surgió en 1954, cuando Nahum goldmann, presidente del World Jewish Congress, Abba Eban, embajador de Israel ante la ONU, y Philip Klutznick, presidente del B'nai B'rith, convocaron a una junta a los presidentes de las principales organizaciones judías de Estados Unidos. Estas reuniones evolucionaron hasta convertirse en una estructura organizativa formal. Se acordó entonces que el Presidents' Conference sería el portavoz de la comunidad judía frente al gobierno estadounidense en asuntos relacionados con Israel.53 Como muchas organizaciones judías en Estados Unidos, el Presidents' Conference se volvió más fuerte a partir de la guerra de los Seis días, cuando surgió una nueva generación de liderazgo judío pro Israel.54
En 1975, Rabbi Israel Miller, vicepresidente de la Yeshiva University de Nueva York, dirigía el Presidents' Conference, que incluía a 32 organizaciones judías nacionales55 (hoy son más de 50).56
El Presidents' Conference debía actuar por consenso, y posiblemente eso fue lo que retrasó su adopción formal del boicot. Sin embargo, la participación en el boicot a México cobró tal fuerza de cohesión en la comunidad judía de Estados Unidos que el Presidents' Conference logró el consenso entre todas sus organizaciones, y aún más que eso. integró temporalmente dentro de su plataforma al American Jewish Committee, que en ese entonces aún no pertenecía al Presidents' Conference y que participó en el grupo temporalmente, tan solo para ser parte del boicot.58
La adopción oficial de las acciones concretas hacia México por parte del Presidents' Conference implicó un impulso aún mayor a la lluvia de cancelaciones. Cada vez más convenciones cambiaban de sede, anulando sus reservaciones en México. Todas eran judías, como la Jewish Funeral directors of America, y la guardian life insurance, una de las compañías de seguros más grandes de Estados Unidos.59 Algunas de las convenciones que se suspendieron tan sólo incluían una participación judía minoritaria, pero los organizadores cancelaron por deferencia a los participantes judíos.60
En Chicago, fuera de la oficina de Mexicana de Aviación, marchaban manifestantes judios cargando pancartas con frases como: "Visita los Estados Unidos, No México"; y " gobierno mexicano No"
La Union of American Hebrew Congregations anunció que canceló 30 viajes programados para México, B'nai B'rith canceló 76. Además distribuyó gratuitamente medio millón de "tarjetas de puntuación" tamaño bolsillo, que de un lado tenían las fechas de los días festivos judíos desde 1975 hasta 1977, y del otro la lista de países que votaron a favor de la Resolución 3379, aquellos que votaron en contra y los que se abstuvieron. Venía impresa la siguiente leyenda: "guarda esta tarjeta contigo. Te recordará quiénes son tus amigos".
Esta tarjetita para llevar siempre consigo en la cartera, que detallaba cada uno de los países miembros de la ONU y señalaba claramente cuál fue su postura en la votación, demuestra que el reclamo no era exclusivo hacia México, pero el boicot mas importante fue contra Mexico. De hecho, la Union of American Hebrew Congregations anunció la cancelación de cinco viajes a Turquía a raíz de su voto, y el B'nai B'rith también canceló 2 viajes a Brasil por la misma razón.65 Sabemos asimismo que en algún momento las organizaciones judías consideraron boicotear también a granada, en el Caribe, pero por algún motivo el boicot no funcionó.66
Todo parece indicar que los lazos de amistad con México no eran muy genuinos, pues en muchos de los documentos internos quedó expresado el orgullo que les causaba implementar el boicot. Sin embargo, es indiscutible que México era el país más cercano, y al que más se viajaba a título personal y como parte de las organizaciones judías. De manera que todas las fuerzas siguieron concentrándose en el boicot a México y la oleada de cancelaciones prosiguió.

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