

En lo concerniente al factor militar denominado "territorio" -(terrenito, casa, negocio, escuela, fábrica, villorio, pueblo, ciudad, estado o país-, los principios de la Escuela de Estrategia Militar China del Meteorito Rojo advierten: Primero hay que identificar y analizar correctamente el "terreno" donde estamos parados, determinar si nos es hostil o favorable.
Lo que la Igle$ia con su tramposa religión para conquistados, y el Gobierno con su mala educación pública (y su falsa "independencia") nos han ocultado hábilmente, es que para los mexicanos no-ladinos nuestro propio país es peligrosísimo territorio enemigo. Territorio que cada día nos cobra innumerables vidas (asesinatos convenientemente achacados "al narcotráfico").
Paso entonces a explicar por qué vivimos con el enemigo en casa. Por el momento solamente uno de ustedes puede adelantar correctamente las respuestas. Pero las cosas se van a poner mejor en ese aspecto. Dicen en China: "Las cosas cambian y las estrellas se mueven."
Antes como ahora, nos roban los gobernantes (Calderón y pandilla), y nos engañan los políticos (AMLO y similares). Luego vendrá la nueva camada de omni-ladrones Es decir, judíos todos, pues ni usted ni yo tenemos derecho a incursionar en la lucrativa política (ni en el campo del entretenimiento) que en México es eficiente método de explotación al pueblo.
A eso se le llama vivir en territorio enemigo.
Otra: Observe el circo que hace televi$a con su show anual cuando se gradúan cientos de "comunicadores" en universidades públicas nacionales, mismos que si no son judíos solamente encontrarán trabajo de taxistas, peinadores(as), o maleteros en hoteles. Pero el show sirve para que Emilio Azcarraga Tres, el mustio Multiplicador de Mierda televisada, logre que los gobernadores ladinos financien la educación pública de los pocos judíos que sí encontrarán trabajo en Televisa. O sea, los ladinos en el Gobierno hacen lo que quieren con la indiada.
En este preciso momento, Manos$ucias Calderón y su secretario de Hacienda, el sinvergüenza Agustín Señor Barrigas Carstens -maligno discípulo (nomás véale la cara) de otro hiper-ladrón gubernamental criollo,
Se acaba de destapar y mandar al Congreso para su aprobación una salvaje reforma fiscal que hundirá más a los pobres y hará más ricos a los judíos. Reforma que aprobarán sí-o-sí los legisladores ladinos enemigos del pueblo, después de simular "estudiarla y mejorarla." Al menos eso dijo socarronamente el diabólico criollo maricón y papi de los senadores Fabio Beltrones, secundado por el otro criollo maricón y pederasta, papi de los diputados, Emilio Gamboa Patrón. Y tienen el descaro gobernantes y legisladores de alegar que tal monstruosidad será "en beneficio de los más necesitados." ¡Hijos de su ....! Cada vez que nos roban nos repiten la misma cantaleta...y la gente se la cree.
Realmente, ¿para qué quieren más dinero los gobernantes ladrones? Pues para robárselo, naturalmente. Pero sobre todo, para incrementar el número de soldados que repriman descontentos, al fin que nosotros pagamos todo. No me diga usted que se creyó eso de que invertirá el Gobierno los nuevos y leoninos impuestos "en carreteras y hospitales o en ayuda a los mas pobres," ja, ja. Acuérdese que vivimos en territorio enemigo.
Repita entonces un millón de veces: Gachupilandia nos exprime el juguito desde la llegada del apestoso peludo Hernán Cortés y su genocida manada de animales vestidos. Adoran exterminar nativos mexicanos para apoderarse de nuestras tierras y tesoros. Siendo desde siempre espanhol el personal y sistema de explotación en el Gobierno, Congreso, Ejército, Corte Suprema -y en todo lo que deje dinero, como en comunicaciones, medios de de$información, bancos, empresas y religión-, los nativos y mestizos de madre mexicana somos las víctimas naturales de los méndigos colonizadores.
Esto es, los conquistadores en el poder y los nativos somos enemigos mortales por naturaleza...y ellos han tenido las armas y las cárceles para someternos con violencia. Vivimos pues en territorio cuyos dueños son (pero no por mucho tiempo) los espanholes. Por eso los insolentes obi$pos, que individualmente no le perdonan nada a nadie que los ataque, hacen hasta lo imposible para que la indiada se pase la vida hincada y perdonando los crímenes de los ladinos. Aunque la propaganda oficial nos diga otra cosa. Es habitual que los judíos mexicanos -desde Vicente El Alacrán Güero Fox, hasta el más corrientito columnista criollo de pasquines y periodicototes-, se quejen de que China -y otros países de la región- nos invaden con productos baratos manufacturados "bajo sistemas totalitarios." No les crea.
Esos países serán tan totalitarios como México -donde dizque existe una "democracia" que está bien escondida bajo la ocupación militar de la que somos víctimas, dejándonos en peor situación que si viviéramos abiertamente bajo la dictadura-, pero al menos allá viven en creciente prosperidad económica a cambio de la "mano dura." Al igual que en China, ciertamente, los ciudadanos mas jodidos no podemos meternos en política -campo de explotación en México exclusivo para judíos ladinos y criollos-, pero al menos allá hay menos corrupción gubernamental y no se muere la gente de hambre como aquí. Eso nos deja en peor situación económica que el peor país asiático, pero lo sabemos porque se lo digo yo, no porque los corruptos medios de de$información, y menos los políticos, nos lo hagan saber.
Si usted es mexicano no-ladino, le sugiero dejar de lado el lavado de cerebro que criminalmente nos enjaretan curas malignos y maestros de escuela traidores a la patria (liderados por Elba Esther Gordillo, una traidora que vendio a su raza por 5 chelines$$). Mejor utilice el cerebro para lo que fue creado y piense, pero con ganas.
Por ejemplo. Tómese cinco minutos diarios y cavile sobre la clase de terreno en el que está parado. Abra los ojos, destápese los oídos, límpiese la nariz, alerte su intuición y pregúntese: ¿Qué clase de vecinos tiene, son como usted o son españoles? ¿Es usted mestizo de madre mexicana, o espanhola?
Los mejores trabajos en el Gobierno, y los mejores negocios en su área, ¿están en manos de qué clase
de gente, de la suya o española, acaso libanesa o judia?
Porque el que los ladinos nazcan en México no quiere decir que se sientan mexicanos: Vea nada mas a políticos, actores, televisos, escritores, judíos todos ellos, y notará que son y se comportan como raza aparte, y para ellos los mexicanos somos raza inferior (cuando es al revés) merecedora de la colonización. Las mansiones a su alrededor, ¿a qué clase de personas pertenecen? ¿A qué clase de escuelas, y por cuántos años, van los hijos suyos y los de los conquistadores? ¿Con quiénes se asocian los poderosos de su área, con otros ladinos, o con mexicanos? ¿Qué significan nombres y apellidos de las familias más importantes a su alrededor? ¿A qué tipo de reuniones sociales o políticas ha ido usted donde los poderosos del área se mezclen con no-ladinos, cuántas veces, y por qué?
Siempre hay que saber si el terreno nos es hostil o favorable. De otra manera seguiremos siendo víctimas de racismo religioso y político que nos enjaretan medios de de$información, obi$pos y gobernante$. Indígenas y mestizos de madre mexicana vivimos en territorio enemigo puesto que México es país ocupado (Si vive en el lado pobre de la ciudad y pasa por barrios de ricos, considérese en "terreno enemigo." Aún si usted vive en otro país, de entrada considérelo territorio enemigo por aquello de la discriminación natural al extranjero.)
Elabore después, con cuidado y veracidad hasta donde le sea posible, una lista -y guárdela- con nombres y domicilios de las personas que usted considere ladinos explotadores. La necesitará en el futuro (ya le diré cuándo y para qué), y permita que sus hijos capaces de discernimiento y discreción la conozcan y sepan su significado. Hay que conocernos y conocer al enemigo, o no sacaremos al buey de la barranca. Recuerde que los ladinos enquistados entre nosotros son muy mañosos, y no todos viven en mansiones amuralladas de Coyoacán. Pretenden ser familias mexicanas normales para que la indiada no los vea fuera de lugar. Están bien entrenados para hacerse invisibles a nuestros ojos, aunque si prestamos atención sus actividades los delatan claramente.
Existe una sencilla técnica militar china para descubrir la identidad de quienes viven con doble cara, principio de contra-espionaje del sistema de estrategia del Meteorito Rojo. Basta con observar a los aliados de las personas, negocios o países: Como es por dentro es por fuera. O como dice el populacho: Dime con quién andas, y te diré quién eres. Los ladinos solamente se asociarán con ladinos. Igualmente, es fácil ver el tipo y grado de acciones de protección que esos aliados están dispuestos a llevar a cabo. Por eso sabemos que el ejército está del lado del Gobierno y contra el pueblo. Aunque la propaganda oficial y militar nos quiera hacer creer otra cosa. Sin embargo, los vientos que soplan hoy día en México ya no están totalmente a favor de los conquistadores.
Por ejemplo. Las acciones genocidas del sanguinario ejército mexicano ya no pasan desapercibidas para la población, aunque el mandamás de Televi$a, Emilio Azcarraga (el infame Multiplicador de Mierda televisada), los encubre descaradamente (a ellos y a los obi$pos). Aún así, el salvajismo de un ejército cuya función es reprimir indios es dolorosamente evidente.
Ni siquiera Manos$ucias Calderón, con su vil engaño de declarar "héroes nacionales" (ja, ja) a un puñado de prepotentes ratas militares muertos en una refriega personal con civiles (con razón no quieren toparse con civiles armados capaces de defenderse) donde les salió literalmente el tiro por el culo y los mataron (muertes que mañosamente el procónsul y los generaletes atribuyeron dolosamente a "bajas por el narcotráfico"), pudo tapar el sol con un dedo. No han podido los ladinos, por más que han querido, impedir que la gente muestre creciente repudio hacia las malolientes Ratas Verdes (que bien hacen algunos sardos en mejor desertar).
Ahora saque su banderita tricolor, y agítela vigorosamente en celebración de que la Seleccion Nacional se va al mundial Luego, siéntese en la banqueta a llorar su desvergüenza al aplaudir lo que han hecho los gachupines con la tierra de su madre. Si la tiene.